Autor: Matius Palacios N.

Las fake news o más conocidas como noticias falsas, han estado presentes desde un principio en nuestra civilización, la diferencia es que en la actualidad han tomado mayor fuerza y visibilidad en los sitios web y las redes sociales. Este tipo de noticias están diseñadas para generar conflicto y persuadir el criterio público ya que generan una gran desinformación, afectando al sistema democrático.
El 30 de octubre de 1938 es un claro ejemplo de la fuerza que posee un mensaje y el poder de los medios, en aquella época la radio era el medio más influyente, a tal punto que un programa de radio generó pánico en Estados Unidos especialmente en New Yersey.
El multifacético locutor Orson Wells interpretó en su programa radial “La Guerra de los Mundos” escrita por Hebert George Wells, como un especial de Halloween; debido a que la historia se desarrollaba como un noticiero actuado, desde el inicio del programa se aclaró que se trataba de un radioteatro; a pesar de ello, las personas estaban desconcertadas por una supuesta invasión alienígena.
De este modo se evidencia que este problema siempre ha existido y ha ido evolucionando con el tiempo, actualmente podemos observar cómo puede llegar a distorsionar la realidad. Entonces el tema sería cómo evitar estas noticias sin caer en la censura o irse en contra de los derechos de libre expresión.
La democracia es afectada de diferentes formas, sobre todo en los siguientes fundamentos:
- Opinión pública: Al difundir información engañosa se puede influir de forma errónea en los ciudadanos, afectando los procesos de elecciones.
- Polarización de la sociedad: El contenido falso y malintencionado genera una fragmentación en la convivencia social dando paso a las confrontaciones entre distintos grupos sociales, generando trabas para un debate constructivo.
- Desconfianza institucional: La circulación de notas falsas merman la reputación de los medios de comunicación, organizaciones o posibles candidatos e incluso gobiernos vigentes, perjudicando el sistema democrático.
- Mala ejecución electoral y manipulación política: Personas con fines de manipular e influir a favor o en contra de algún candidato, alterando la opinión pública y comprometiendo la transparencia electoral.
El combatir las Fake News sin pasar por encima de los derechos fundamentales de la comunicación se vuelve un desafío, sin embargo, existen estrategias:
- Alfabetización digital: Brindar conocimiento a la ciudadanía es fundamental, para que puedan tener un desarrollo de pensamiento crítico, puedan verificar las fuentes de información y así combatir la desinformación.
- Comprobación de información: Empresas independientes pueden supervisar los datos de noticias engañosas, mejorando la calidad de los mismos, seleccionando los precisos y confiables.
- Normativas responsables: El gobierno podría implementar reglas que limiten la desinformación, sin restringir la libre expresión y sin censurar opiniones legítimas.
- Control en redes sociales: Es importante que las plataformas optimicen sus algoritmos para identificar la información engañosa y transparentar el proceso de difusión de contenido.
- Periodismo confiable: Evaluar, garantizar y destacar los medios que cumplen con principios éticos, frenando la difusión de contenido sin valor.
Actualmente la inteligencia artificial ha dado hilo a que se genere contenido democrático distorsionado, tanto en formato escrito como audiovisual, generando controversia de forma viral. Esto incrementa significativamente una fragmentación con la audiencia, debido a que está en juego la validación y confianza que depositan los ciudadanos en los medios de comunicación.
Incluso se pueden generar teorías conspirativas y narrativas erróneas que desestabilizan los sistemas democráticos. Esto puede llegar a afectar la realidad que viven ciertas personas, puesto que pueden estar muy apasionados de la política, más aún en estos tiempos en los que las enfermedades mentales están al acecho de la sociedad.
La lucha constante contra la falsa información es una labor que en efecto recurre a la participación activa de los ciudadanos, periodistas, instituciones, empresas tecnológicas y sobre todo a las empresas de datos; debido a que solo por medio de la información veraz y confiable se puede garantizar un debate democrático bien fundamentado y un mejor ambiente digital.
En conclusión, las Fake News son una amenaza dentro de la sociedad y más aún cuando se habla sobre democracia, dado que pueden alterar la realidad y atentar contra la imagen representativa de cualquier institución gobierno o ciudadano. Existe una forma de contrarrestar esta situación, para evitar que personas con falta de conocimiento en búsqueda de fuentes fiables no caiga, lo primero es denunciar las publicaciones; así podremos volver más visibles estas páginas ante los algoritmos de tal forma que las plataformas digitales y redes sociales se enfoquen en tomar medidas o contrarrestarlas.
Algo muy importante es que las instituciones que reclutan o regulan la política impongan normas de control y funcionamiento tanto a las organizaciones como a los candidatos que postulan. El tener representantes con antecedentes penales sin cerrar expediente, no ayuda mucho a evitar la mala práctica de desinformación. Sin embargo, dentro de las empresas de comunicación se debe rescatar que los medios tradicionales en lo posible muestran información veraz, gracias a esa fama que han forjado con el tiempo.
Actualmente las plataformas deben empezar a tomar medidas frente a la desinformación que vivimos; además, estaría bien cuidarnos unos a otros ya que existen generaciones a las que aún les cuesta adaptarse a la nueva social media. Por ello debemos comprometernos a luchar continuamente contra la información falsa y empezar por denunciar este contenido, lo cual sería un gran paso.